Enfoque
Introducción
Chile cumple con siete de los nueve criterios de vulnerabilidad al cambio climático: contiene áreas costeras de baja altura, zonas con cobertura forestal, lugares propensos a desastres naturales, zonas áridas y semiáridas, áreas susceptibles a la sequía, ciudades con contaminación atmosférica y ecosistemas montañosos. Por este motivo, el país ha comenzado a avanzar en materia de mitigación y adaptación a este fenómeno. Entre los progresos recientes más significativos es conveniente destacar el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático (2017-2022), los nueve planes sectoriales de adaptación, la Estrategia Climática de Largo Plazo (2021) y la Ley Marco de Cambio Climático (2022).
En este contexto, las áreas litorales se consideran los entornos más frágiles ante las consecuencias del cambio climático, especialmente en relación con la vigorización de los eventos meteorológicos extremos y el ascenso del nivel medio del mar. Lo anterior no solo afecta a los ecosistemas, sino también a las sociedades y actividades económicas costeras. Debido a que la manifestación de los efectos del cambio climático dependen de las condiciones geográficas de cada lugar, la ONU y el IPCC recomiendan la elaboración de iniciativas específicas guiadas a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en entidades regionales y subregionales para la adaptación al cambio climático.
Objetivo
Identificar las zonas costeras vulnerables a los efectos del cambio climático en las áreas litorales de la isla y el mar de Chiloé, un archipiélago ubicado en el sur de Chile.
Metodología
Se ha planteado un procedimiento basado en la localización de las Zonas Costeras de Baja Elevación (ZCBE), que se han definido como el espacio litoral ubicado por debajo de los 16 metros sobre el nivel medio del mar. Este umbral coincide con el run-up más elevado que se ha registrado en Chile producto de la ocurrencia de tsunamis. El procesamiento de la cartografía se ha desarrollado mediante la utilización de un Sistema de Información Geográfica. Asimismo, los resultados se han combinado con otras capas de información que han permitido reconocer los usos y elementos puntuales de especial interés socioeconómico (industrias, atractivos turísticos, establecimientos sanitarios y educativos, etc.) emplazados en las ZCBE. Todas las variables identificadas se han clasificado en cuatro categorías: elementos de interés económico, elementos de interés turístico-cultural, equipamientos e infraestructuras.
Resultados
Las ZCBE ocupan cerca del 10% de las áreas litorales de la isla y el mar de Chiloé, lo que afecta fundamentalmente a los ecosistemas típicamente costeros, tales como las playas, dunas o marismas. Cerca de un tercio del tejido urbano del archipiélago se ubica igualmente dentro de este espacio vulnerable al cambio climático, así como 1.060 elementos puntuales de interés socioeconómico, alrededor de 1.000 km de carreteras y más de 2.000 concesiones acuícolas.
Conclusión
El espacio que ocupa las ZCBE podría ser utilizado por la administración regional y subregional con el fin de promover una planificación territorial y urbanística más sostenible y adaptada al cambio climático, lo que beneficiaría sobre todo a la población local. En este sentido, la investigación aporta un avance para la superación de varios ODS propuestos en la Agenda 2030.
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